
Integrantes del Equipo:
Ortíz Campa Eduardo
Flores Sarmiento Vanessa
Ugalde Trejo Tania Estefanía
La primera lectura hace hincapié en la construcción del tercer espacio como una ubicación de la marginalidad donde se reproduce un discurso hegemónico con hábitos del ser, es decir, el poder comienza a sobrevivir gracias a las limitaciones de espacio que posee, además cita a varios autores, quienes piensan que el control social del estado debe reproducirse en el control espacial.
Por ejemplo, el hecho de que las personas de color no tuvieran los mismos derechos que los blancos en los Estados Unidos o que temas como el aborto y la eutanasia sean considerados como temas de debate político, representan la falta de autonomía y de decisión sobre nuestros cuerpos, y cómo acciones hacia nuestro cuerpo pueden llevar costos políticos. Lo más sensato sería elegir qué hacer con nuestra persona sin infringir alguna ley.
Por otra parte, el texto de “La cultura colectiva y el espacio público urbano” sugiere que el espacio público es de fundamental relevancia pues aumenta las oportunidades para participar en la actividad comunal, por lo tanto, las calles, los parques y las plazas son símbolos de bienestar colectivo.
Aunque en algunas ocasiones, como en Ciudad Juárez, el recuperar los espacio públicos en un ambiente de inseguridad, no fomentan a que las personas hagan uso de ellos, por lo tanto pareciera ser que se demerita la colectividad entre las personas.
En la lectura se describe que durante algún tiempo los espación públicos de una ciudad fueron los sitios claves para la formación cultural y popular de la práctica política, por ejemplo, en el texto de “Los media” de Thompson se enaltece que el espacio público fue el lugar formador de la opinión pública y de la difusión de los acontecimientos políticos de una entidad.
Otro de los puntos que llamó mi atención es la representatividad que tienen los espacios públicos ante entorno cultural, las normas de libertad y seguridad, el deseo social, etc, que juntos forman la vida colectiva contemporánea.
“El centro histórico debe ser el reflejo de la grandeza de nuestros antepasados, pero no un espejo de la realidad social en que vivimos”
Me causa un poco de contradicción esta frase que leí en el texto, me parece que el hecho de que el centro histórico sea el sitio donde haya mayor concentración de aspectos culturales y económicos de la ciudad, entonces tengan que criminalizarse a las personas que buscan fuentes de empleo de forma informal. Y no me refiero a defender el hecho de que se vendan droga, piratería o armas entre las vecindades de los barrios más populares que rodean al Zócalo, sino el hecho de que la falta de oportunidad ha provocado éstas válvulas de escape.
En este sentido, una de las críticas al leer este intento del gobierno de la Ciudad de México por construir mercados para que se restablecieran los vendedores ambulantes y así evitar sus efectos, me parece un fenómenos irrevocable pues ellos indudablemente localizan otros sitios tales como parques, afuera de mercados, el metro, tianguis etc., para continuar con sus ventas y así sostener a sus familias.
Lo que propicia un choque con algunas personas, como se muestra en la lectura con la formación de un grupo denominado “Procentrico” cuyo líder es Guillermo Gazal Jafif, quien presionaba y luchaba por eliminar la venta ambulante, por las pérdidas no sólo económicas que causaba a los empresarios ya establecidos.
Una de las perspectivas con las que el autor observa éste fenómeno es el cómo los mercados fueron utilizados como una herramienta política, y describe cómo el que fuese Jefe de Gobierno, Camacho Solís, utilizó la construcción de los mercados como una palanca política, es decir, como un proyecto del “poder hacer”.
Mientras que los vendedores ambulantes han sido organizaciones que han sido fundamentales para las elecciones, pues en muchas ocasiones han servido de “acarreados” durante las campañas políticas. Digamos, que durante el mandato del PRI, hubo una relación ciertamente amistosa, donde se mantenía una relación cautelosa con los líderes y por ende, proponían alternativas de reubicación.
Me parece que siguen siendo intereses complementarios entre el gobierno y el mercado de la calle, pues de ser un fenómeno que difícilmente puede ocultarse, muchos podrían cuestionarse ¿y porqué no erradicarlo? Difícilmente podría hacerse y me parece eso causaría una peor crisis, además de que muchas familias se sostienen de ahí, sin olvidar de que su existencia es debido a que tienen una clientela específica que pueden comprar lo que ahí se ofrece, mientras que las tiendas de autoservicio, etc, quizá ofrecen productos que no alcanzan a sus bolsillos.
Este documento describe la situación en la que se encuentra Zimbabue debido a la operación llevada acabo en ese país para desalojar a personas que no comprobaban la formalidad de sus propiedades, se trata de un acto traducido como “aquél que no le gusta la suciedad o la mugre” y constó de un arrebato del cuál fueron víctimas alrededor de 700 000 personas, cuyos asentamientos fueron demolidos.
Sin embargo, algunas de las críticas por parte de asociaciones como Amnistía Internacional establecen que se desatendió a estas personas desalojadas, dejándolas sin medio de subsistencia, es decir, sin hogar y sin empleo. Siendo esta campaña de limpieza un acto muy incongruente debido a que el comercio informal integra una parte fundamental en la economía de Zimbabue, imaginemos cuál es su relevancia, cuando se indica que sólo el 20% de la población está empleada en el sector formal.
Por lo tanto, el comercio informal opera en casi todos los sectores de la economía, además de que ofrece productos y servicios a los que los grupos pobres pueden accesar. No obstante, hubo diversas críticas hacia la Operación Murambatsvina no sólo por la actividad en contra de una de las fuentes de empleo como es el sector informal, sino por las implicaciones políticas que llevaba consigo.
Mike Davis en su lectura “La limpieza de los barrios miseria” establece que después de las elecciones que fueron marcadas por una seria corrupción, Mugabe (jefe de gobierno desde 1980) orientó su cólera hacia los mercados callejeros y aglomeraciones en Harare, en los que los pobres había votado por la oposición. Por lo cuál se llevó una “guerra” contra los comerciantes ambulantes
Es por esto que la Operación Murambatsvina provocó que en el 2009 se creó un programa de realojo llamado Garikai/Hlalani Kuhle, cuyos beneficios pueden ser muy cuestionables, pues a vista de muchos, se trata de casas y asentamientos que carecen de servicios y que no constituye una oportunidad de vida apta para las personas.
Ante esto, una de las reflexiones que se podrían hacer acerca de el comercio informal en países como el nuestro, es que si bien los vendedores ambulantes pueden causar molestias por los efectos que traen consigo como: contaminación auditiva, basura, mala imágenes, etc. y esto provoca el disgusto hacia ciertos grupos de la sociedad, también es cierto, que debe de haber conciliación entre las partes, pues si no existen las condiciones para generar empleos formales, entonces se recurre a esta actividad para la subsistencia de muchas familias.
No se trata de tacharlos como criminales pues durante su actividad se someten a distintos riesgos por ejemplo: no cuentan con servicios de salud, hay un impedimento hacia el acceso de una vivienda, trabajan en condiciones insalubres, y están en riesgo de ser sobornados por las autoridades.
En este texto es importante recalcar la recopilación de varios estudios de caso, que poseen características similares y que atienden problemáticas diferentes con base al desarrollo de diferentes estrategias que ayudan a la obtención de resultados.
En este sentido se hace referencia al Programa de Agricultura Urbana (Argentina), Recicladores (Colombia), Modelo participativo de gestión (Argentina) y Bantay Banay (Filipinas). Estos cuatro casos se presentan con la intención de atender un respectivo fenómeno que poco a poco se va convirtiendo en un verdadero problema social.
Por lo que considero especiales dos de los anteriores. Para empezar, el Programa de Agricultura Urbana representa una propuesta tras la crisis del 2001 que aquejó a la ciudad de Rosario en Argentina, y que se plantea como una solución ante el quiebre de pequeñas y grandes empresas que dejaron como resultado a miles de personas desempleadas en las zonas periurbanas del lugar.
Por lo cual se detalló un programa que integrara a los actores que estaban implicados en dicha problemática, es decir, se trató de incentivar a las familias que carecían de oportunidades y se les proporcionó una vía para obtener recursos debido a la construcción de huertos, en los que podrían trabajar para contar con alimentos que les darían ganancia.
Siendo una política urbana planificada no sólo para crear un espacio donde parte de la población pudiese trabajar, sino propiciar un ambiente de colaboración entre los municipios y medios de comunicación que ayudaran a incrementar esta actividad y hubiese mejores resultados, a pesar de los imprevistos que podían encontrarse.
Asimismo, en los otros programas puede encontrarse cómo se planea un campo de colaboración en el que no sólo se tenga la solución por parte del Estado, sino haya soluciones por parte de la sociedad y aportaciones de empresas privadas.
Pueden tratarse de problemáticas como la recolección de basura, el suministro al servicio del agua o la lucha contra la violencia a la mujer, pero en las tres se concentra esta idea de participación entre todos los sectores para que la problemática no empeore, y al contrario, pueda tener una solución satisfactoria para todos los implicados.